Con el rostro desfigurado quedó Marcos Rivera Chavarría, de 62 años, después de ser asesinado de múltiples garrotazos por parte de sus hijastros Juan Carlos y Jairo Castillo Sevilla, de 20 y 18años, respectivamente, en la comarca El Venado en la jurisdicción de Wiwilí en el departamento de Jinotega.
Los hermanos Castillo Sevilla, cansados de los maltratos que Rivera Chavarría sometía a su progenitora Hilda Castillo, decidieron cobrar venganza, matándolo a garrotazos.
Seguidamente, los despiadados hermanos lo ataron de un árbol, dejaron con los pantalones abajo y le incrustaron pedazos de madera en distintas partes del cuerpo.
El cuerpo de Rivera Chavarría, fue encontrado por los pobladores de la zona que al ver la terrible escena, alertaron a las autoridades policiales, quienes de inmediato realizaron un operativo en el que lograron apresar a los hermanos Rivera Chavarría.
Las familias jinoteganas se encuentran asombradas por el terrible hecho.
