La Guardia Civil española detuvo a dos personas por su presunta relación con el caso del boaqueño Aldrich Rivera, de 30 años, quien murió electrocutado por un cable de alta tensión en una finca agrícola de la localidad de La Palma del Condado, en Huelva, Andalucía, el pasado 4 de mayo.
Fuentes de la Guardia Civil informaron que las detenciones se realizaron a raíz de la investigación abierta por la Policía Judicial para esclarecer los hechos.
En el marco de las indagaciones, se pudo determinar que el pinolero llegó a trabajar de forma ilegal a una finca situada en la zona del camino de La Duquesa, ya que «carecía de contrato», y a los dos detenidos se les investiga por un delito contra los derechos de los trabajadores.
El nicaragüense Aldrich Rivera, murió electrocutado en su primer día de trabajo cuando iba a cortar unas cuantas naranjas.
Según Gleydis Tinoco, su cónyuge Aldrich Rivera murió por obediente, ya que nadie quería cortar las naranjas que estaban en un árbol sobre el cual pasaban los cables de alta tensión.
Sin embargo ante la insistencia de un tractorista que hacía las veces de capataz sobre los trabajadores, Aldrich dijo que él iría, y cuando se disponía a colocar una escalera metálica esta hizo contacto con el cable y ocurrió la tragedia.
Aldrich Rivera era licenciado en Banca y Finanzas y en octubre del año 2019, abandonó Camoapa, donde laboraba como taxista, para irse a España a trabajar como peón ilegal en distintas fincas.
Desde su llegada al país europeo, Aldrich fue jornalero temporal en la recolección de sandías, papas, además del corte de tomate y chiltomas. Trabajó duro con las mínimas condiciones, al igual que miles de inmigrantes que llegan a ese país y no tienen la posibilidad de legalizarse.
Se conoció que los encargados de la finca donde encontró la muerte Aldrich Rivera, se comprometieron con la familia a financiar los gastos de la repatriación del cuerpo, pero aún no lo han hecho y el cadáver permanece en las frías gavetas de una morgue.