Ayer jueves, un volcán decidió hacer de las suyas otra vez en el suroeste de Islandia. Y como era de esperarse, los habitantes de Grindavik tuvieron que evacuar sus hogares ante el peligro inminente.
La Oficina Meteorológica de Islandia detectó la erupción a eso de las 9:26 de la noche. Pero antes de la explosión hubo una serie de sismos y la presión en los pozos se puso muy alta.
Los expertos dicen que la erupción se dio en una fisura que se está estirando hacia el norte. Por ahora, Grindavik se ha salvado de ser calcinada, pero las cosas no pintan bien.
La grieta ya mide casi 4 kilómetros y para colmo, en el extremo norte de esa rajadura, la tierra no deja de temblar.
¿Y saben qué es lo más curioso de todo esto? Resulta que esa zona había estado dormida por casi 800 años. Pero desde el año 2020, se le ocurrió ponerse inquieta. Y desde el 2021, el magma sale como si fuera un manantial. Esta es ya la novena vez que ocurre.
– The Sundhnúkur volcano in Grindavík, southwest of Iceland, erupted, the entire area was evacuated and a state of emergency was declared.
— The Informant (@theinformant_x) August 23, 2024
The fault from which the magma flows reaches almost 4 kilometers. However, scientists believe that the peak of the eruption will… pic.twitter.com/dDpG86pMCc
Un triste recordatorio
El volcán Eyjafjallajökull, en el año 2010, lanzó tanta ceniza al aire que los aviones en toda Europa tuvieron que quedarse en tierra por varias semanas. Imagínense, 100,000 vuelos cancelados y más de 10 millones de pasajeros afectados.