En audiencia preliminar se dieron a conocer los presuntos motivos del horrendo crimen registrado el pasado 25 de julio, en la comarca Bocas del Corozal, en Wiwilí, Jinotega, donde la ciudadana Paublina Sevilla Calderón, de 53 años, asfixió con una hamaca a su nieta de 12 años, de apellidos Mercado Centeno.
Según la acusación del Ministerio Público de Nicaragua, el día del crimen, doña Paublina estaba cuidando a su nieta y en horas de la mañana tuvieron dos inconvenientes antes que ocurriera la tragedia.
Primeramente Sevilla Calderón trató de barrer la sala de la casa pero su nieta le dijo que ya había limpiado, por lo cual se fue al área de la cocina donde agarró unos palitos de leña para encender el fogón.
Tras la acción, la menor le dijo a su abuela paterna que no gastara la leña porque ella y su mamá Rosibel Centeno Espinoza eran las únicas que salían a recogerla.
El hecho enfureció a Paublina Sevilla quien agarró por la fuerza a la nieta y la llevó a la sala.
Aunque la menor forcejeó para salvar su vida, no pudo soltarse de las manos de su abuela paterna, quien le enrolló la hamaca al cuello y la asfixió.
Acto seguido, Paublina Sevilla Calderón se fue de la casa para que los pobladores de la localidad creyeran que su nieta había muerto accidentalmente al enredarse en la hamaca.
El caso fue investigado a profundidad por autoridades policiales de la zona y por este hecho doña Paublina Sevilla Calderón enfrentará audiencia inicial en los próximos días en la que debe responder por el delito de parricidio.