Consternación y dolor viven los familiares de la jovencita de iniciales Y.R.M.L, de 12 años de edad, quien fue abusada sexualmente por su “padre” Ismael Quintero Madriz, de 36 años, quien además la obligó a tomar una pastilla gastoxín.
Al verla muerta; y con el fin de no enfrentar la justicia, el aberrado “padre” ingirió otra pastilla de “curar frijoles”, y aunque fue trasladado al hospital Humberto Alvarado de Masaya, también murió.
En medio del dolor y el llanto Doña Carmen Cecilia López, de 42 años, ex pareja del parricida, dijo que Ismael había llegado al país hace dos meses atrás, pues tenía 11 años de vivir en Costa Rica.
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La pareja se había separado cuando la niña fallecida tenía 10 meses de edad, debido a la violencia intrafamiliar a la que Ismael las sometía.
Contó que estando embarazada de la menor en muchas ocasiones la golpeo y en una de esas agresiones le metió la cabeza en una letrina y hasta le dejó imborrable cicatriz en el rostro.
A raíz de todos esos abusos, decidió abandonarlo e interpuso denuncia ante las autoridades policiales, por lo que tenía orden de alejamiento.
Sin embargo, hace dos meses Ismael regresó con el cuento de que supuestamente quería tener contacto con su hija, de quien nunca se responsabilizó.
Aunque doña Carmen Cecilia, no estaba de acuerdo, la niña tenía mucho entusiasmo de compartir momentos con su progenitor, por lo que permitió que salieran en varias ocasiones.
Fue hasta que el miércoles 25 de septiembre, la angustia se apoderó por completo de doña Carmen, pues la pequeña desapareció del colegio Fabio Gutiérrez, donde estudiaba.
La desesperada madre volvió a tener noticias de su hija, hasta que el aberrado de Ismael llamó a los bomberos desde el parque de Nindirí, solicitando ayuda, pues la niña estaba intoxicada y se presume que él la obligó a tomar la gastoxín.
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Es ahora que doña Carmen se ha enterado que en dos ocasiones el padre, quien era adicto a las drogas, el alcohol y la pega, se llevó a la pequeña a la playa y el día de la muerte, la menor tenía arena en el cuerpo.
La niña era la hija menor de doña Carmen, cursaba el sexto grado y según su mamá aunque la pequeña había cambiado su comportamiento, un poco malcriada y rebelde, en sus fotografías junto al aberrado se mostraba muy feliz y hasta le decía que dejara relacionarse con su padre.
Los restos de la niña fueron sepultados este sábado en el Cementerio Ernesto Ortega.