El combinado azteca hizo los méritos para quedarse con la victoria, pero la defensa del altiplano mantuvo la igualdad. Con el 0 a 0, Chile quedó como único líder.
Sin el fervor que se percibió en Santiago, México y Bolivia completaron la primera fecha del Grupo A en el estadio Sausalito de Viña del Mar. Como el conjunto azteca presentó una delegación alternativa, los del altiplano salieron al campo de juego con la intención de presionar a los “desconocidos” rivales.
Sin embargo, las limitaciones del equipo conducido por Mauricio Soria favorecían a los de Manuel Herrera. Con más inteligencia y paciencia, los del “Piojo” disponían de la posesión del balón, para gestar las escasas ocasiones de riesgo que se producían en el pobre espectáculo.
La confianza de Matías Vuoso para hacer piruetas y habilitar a Juan Carlos Medina, significó una de las pocas pinceladas que despertó a las 15.000 personas que se hicieron sentir. En cambio, la rápida salida de Leonel Morales, junto con la sociedad de Jhasmani Campos y los anticipos de Ricardo Pedriel mantuvieron en alerta a José de Jesús Corona. La situación más clara impactó contra el palo derecho del arquero, que con un sonido metálico estableció el lamento boliviano.
Las proyecciones por derecha tampoco eran argumentos suficientes para mover el marcador. A las veloces incursiones ofensivas de Gerardo Flores le faltaban profundidad, y las pocas veces que el jugador del Cruz Azul logró desenfundar un remate, Romel Quiñonez desactivó el peligro con solvencia.
Antes de que se vayan al descanso el volante del Bolivar hizo lucir al arquero de Guadalajara con un disparo que prometía destino de ángulo. La maniobra del guardameta derivó en el tiro de esquina, del cual Ronald Raldes impactó un cabezazo que se fue a centímetros del poste. A pesar de las expectativas, las emociones nunca llegaron.
El segundo capítulo comenzó con un gran protagonismo de Vuoso. El ex Independiente se encargó de juntar a los centrales y habilitar a Corona, pero el mediocampista que se desempeña en el fútbol holandés desperdició la chance con una definición espantosa.
Por su parte, Bolivia seguía apostando por la individualidad de Marcelo Moreno Martins. El atacante más incisivo se las tuvo que ingeniar para generar algo de riesgo. Sus intentos de media distancia dieron cuenta de ello.
A medida de que pasaban los minutos, el circuito ofensivo de México funcionaba mejor. El ingreso de Raúl Jiménez, en lugar de Eduardo Herrera le cambió la cara al combinado azteca. Un centro de Corona y un anticipo del delantero del Atlético Madrid fueron las razones que justificaban la superioridad mexicana, aunque la misma no se reflejaba en el marcador.
En el desenlace parecía que el triunfo se iba a quedar para los hombres de negro, pero la suerte volvió a colaborar a los de Soria. La repartición de puntos fue injusta, dado que el elenco del “Piojo” Herrera hizo todo para ganarlo, aunque también se debe reconocer la falta de astucia en la puntada final. Sin dudas, el resultado favoreció a Chile, que quedó como único líder de la zona y se ilusiona con lograr hacer lo que no pudo en más de 100 años de historia: conquistar al continente.