El carpintero canadiense John Heisz demostró el extraordinario poder que tiene un simple círculo recortado de una hoja blanca
El autor del popular sitio web canadiense I Build It (‘Lo construyo yo’, en inglés) realizó un experimento muy interesante que no tardó en volverse viral. Tomó una sierra para cortar madera, le quitó la filosa hoja metálica y en su lugar puso una de papel. Entonces comenzó a probarla.
Primero con otro papel. Obviamente, no tuvo dificultades en cortarlo. Luego pasó a una caja de cartón y tampoco tuvo problemas.
El tercer desafío fue una delgada tabla de madera. Y aunque parezca difícil de entender, logró rebanarla.
Por último, llegó el turno de una barra bastante más gruesa. Increíblemente, la sierra de papel la cortó hasta la mitad. Recién a esa altura se rompió.
«Si bien esto no tiene aplicaciones prácticas, fue interesante hacerlo. Es asombroso lo que se pudo conseguir con un simple papel de impresión, en una época del año de mucha humedad», escribió John Heisz en su sitio web.
De todos modos, marcó los límites de su invento. «Lo abrasivo del papel funciona muy bien con la madera. Pero no puede hacer nada frente a materiales más resistentes».