Las biotecnologías del futuro podrían ser utilizadas para que los reclusos sientan que han cumplido en apenas unas horas una condena de 1000 años, afirman científicos británicos.
Rebecca Roache, filosofa de la universidad de Oxford a cargo del equipo de investigación de tecnologías para la extensión de la vida, opina que las tecnologías futuristas podrían alargar considerablemente la condena de los criminales más peligrosos. Uno de los métodos consistiría en usar un tipo de drogas que distorsionarían las mentes de los convictos de tal forma que sientan que el tiempo pasa mucho más lentamente: así, una condena de 1000 años podría «ser cumplida» en cuestión de horas, informa el rotativo ‘Daily Mail’.
«Existen una serie de drogas psicoactivas que distorsionan el sentido del tiempo en los humanos, con lo que podemos imaginar el desarrollo de una píldora o un líquido que haría que alguien sintiera como si estuviera cumpliendo una pena de 1000 años», explica la doctora Roache.
La investigadora también plantea en su blog ‘Practical ethics’ otro escenario posible, que consistiría en «subir» la consciencia humana a un ordenador para acelerar la velocidad a la que funciona la mente. Así, un milenio de pensamiento se cumpliría en ocho horas y media, lo que, según la filósofa, «sería obviamente mucho más barato para los contribuyentes que la extensión de la duración de vida de los criminales permitiéndoles cumplir 1000 años en tiempo real».
De esta forma, las tecnologías futuristas descritas por la doctora Roache podrían crear un «infierno artificial» para los criminales más crueles, muchos de los cuales preferirían morir antes de cumplir penas tan largas, haciéndolos sentir su condena como una eternidad.