Una fábrica con un producto muy original se suma al paisaje industrial de Sao Paulo: mosquitos genéticamente modificados para combatir el dengue, una enfermedad tropical que puede ser mortal y que ha castigado a Brasil más que a ningún otro país este año.
Es la primera fábrica en el mundo para la comercialización de mosquitos transgénicos contra el dengue, aunque aún no obtiene el permiso de la autoridad sanitaria brasileña para la venta de su producto, precisa la científica.
Por ahora, el laboratorio se está dando a conocer entre las alcaldías, potenciales clientes, que en Brasil son las primeras en combatir el dengue a menor escala.
Oxitec inauguró a fines de julio su planta en Brasil, el país con más casos de dengue este año en el mundo.
Desde Inglaterra Oxitec trajo a Brasil el linaje del mosquito OX513A que desarrolló en 2002. Aquí se reproducen machos y hembras con su información genética modificada, listos para cumplir su tarea.
Las hembras serán conservadas para reproducción, junto a algunos machos, mientras que la gran mayoría de ellos serán liberados.
La modificación no es contra el virus en sí, sino contra su vector. La meta es que poco a poco estos mosquitos transgénicos reemplacen a los salvajes.
Este zancudo es originario de África y fue introducido en Brasil, por lo que se considera una especie invasora. Por ello su eventual desaparición no sería un atentado ambiental.
Hasta ahora el mosquito modificado sólo ha sido liberado para ensayos en las Islas Caimán, en el estado de Bahia en el noreste de Brasil; en Estados Unidos y Malasia.
Actualmente el laboratorio puede producir 500,000 mosquitos semanalmente, con una capacidad potencial de hasta dos millones.