Una mujer británica se diagnosticó a sí misma cáncer después de que los médicos no fueran capaces de hacerlo.
Caroline Greaves, de 46 años, padecía tumores raros en el cuello, pero los doctores siempre decían que era una infección y le prescribían medicinas que no la ayudaban. La desesperación la llevó a hacer justo lo que los doctores siempre desaconsejan: buscar los síntomas en Internet, cuentan los médios británicos.
‘Armada’ con la descripción de la enfermedad encontrada en Google, que se correspondía con sus síntomas, Greaves exigió que le hicieran un chequeo especializado que confirmó que tenía una forma avanzada de cáncer de amígdalas.
Ahora Greaves está recibiendo tratamiento y, aunque todavía no ha superado la enfermedad, los doctores creen que tiene bastantes posibilidades de curarse completamente.