La Agencia Espacial Europea (ESA) ha revelado los primeros resultados detallados del estudio sobre los cambios operados en el campo magnético de la Tierra que protege nuestro planeta de la radiación solar, y las conclusiones no son alentadoras.
Las tres sondas SWARM, que fueron lanzadas el pasado otoño con la misión de estudiar el campo magnético, han confirmado un debilitamiento del campo magnético, su cambio más dramático sucedido en el hemisferio occidental, informó la ESA en una conferencia en Copenhague. En general, el escudo magnético terrestre se ha debilitado en un 10-15%, estiman los científicos.
Paralelamente, en otras zonas como el sur del Océano Índico, el campo magnético aumentó desde las primeras observaciones de SWARM, que también ha registrado una migración del polo norte magnético hacia Siberia.
El campo magnético protege nuestro planeta, desviando el viento solar, es decir, las partículas cargadas que emanan del Sol. Sin esta protección las partículas destruirían la capa de ozono, que protege la Tierra de los dañinos rayos ultravioletas, y la Tierra sería un planeta sin vida como Marte.