Un grupo de investigadores ha descubierto la razón detrás de la desaparición misteriosa de las abejas de sus colmenas, que puede resultar en una crisis agrícola.
Desde 2006 se han producido pérdidas significativas de abejas por lo que se llama ‘trastorno del colapso de las colonias’ (Colony Collapse Disorder, CCD), en el que las abejas abandonan las colmenas en invierno y luego mueren. ¿Por qué el hecho debe preocupar? Porque las abejas realizan la polinización de las plantas y así contribuyen en las cosechas, que ahora se ven amenazadas.
Se han considerado varias causas del CCD, como infecciones, malas prácticas apícolas o la exposición a insecticidas. La última teoría ha sido confirmada por un nuevo estudio de la Universidad de Harvard, publicado en la revista ‘Bulletin of Insectology’.
En concreto, se trata de dos tipos de neonicotinoides, el imidacloprid y la clotianidina, usados en el cultivo de plantas y cereales en EE.UU. (en Europa el uso de insecticidas está suspendido).
Los investigadores estudiaron 18 colonias de abejas, dividiéndolas en 3 grupos: un grupo fue tratado con imidacloprid, otro con clotianidina y el tercero (grupo control) no fue expuesto a insecticidas.
Con la llegada del invierno la cantidad de abejas en todas las colonias disminuyó pero, al llegar la primavera, se recuperó en el grupo control. Sin embargo, todas las colmenas de las colonias tratadas con insecticidas quedaron vacías.
«Hemos demostrado la conexión entre los neonicotinoides y el CCD. Futuras investigaciones podrían ayudar a verter luz sobre el mecanismo biológico (…) que causa el CCD», dice el autor del estudio, Chensheng Lu. «Esperamos que sea posible invertir la tendencia».