Una poderosa explosión de una supernova en la constelación de la Osa Mayor expulsó a una estrella vecina a velocidades nunca antes vistas, condenándola a abandonar la Vía Láctea.
Investigadores del Observatorio Europeo Austral, en un estudio publicado en la revista ‘Science’, descubrieron una estrella que se desplaza a grandes velocidades, lo suficientemente rápido como para escapar de las garras gravitacionales de nuestra galaxia.
Hasta ahora los astrónomos habían descubierto estrellas hiperveloces que alcanzaban hasta 850 kilómetros por segundo. Pero en el último descubrimiento, la US 780, los investigadores europeos observaron que dicha estrella superó los 1.200 kilómetros por segundo.
Los autores del estudio consideran que el responsable para que US 780 haya abandonado la Vía Láctea sería un agujero negro supermasivo que se encuentra en el núcleo galáctico.
Según explicaron, las interacciones gravitacionales de dos estrellas con un agujero negro supermasivo, provoca que una de ellas explote como una supernova, mientras que la segunda es expulsada a grandes velocidades a consecuencia de la detonación.