Científicos estadounidenses detectaron por primera vez vapor de agua en la atmósfera de un exoplaneta del tamaño de Neptuno, un hallazgo que permite avanzar hacia la identificación de mundos con condiciones similares a las de la Tierra.
Hasta la fecha, solo se había logrado analizar la composición atmosférica de grandes exoplanetas gaseosos, similares a Júpiter, mientras que ahora se ha medido la presencia de agua en un cuerpo con un radio unas cuatro veces mayor que el de la Tierra.
El investigador de la Universidad de Maryland (noreste de Estados Unidos), Jonathan Fraine y sus colegas utilizaron una técnica llamada espectrometría de transmisión para obtener la composición atmosférica del planeta HAT-P-11b, a una distancia de unos 122 años luz.
Se trata del planeta más pequeño y frío en el que se han detectado hasta ahora signos de presencia de agua, uno de los elementos esenciales para que se pueda desarrollar la vida. El mismo se encuentra en la constelación del Cisne.
A partir de imágenes obtenidas por los telescopios Hubble y Spitzer, los científicos encontraron por primera vez un planeta de tamaño medio en el que una gruesa capa de nubes no impide medir la composición de su atmósfera.
En el HAT-P-11b se pueden apreciar claras marcas en el espectro que delatan la presencia de moléculas de vapor de agua, así como de hidrógeno y trazas de átomos pesados.
Hasta ahora, los científicos habían tratado sin éxito de analizar la atmósfera de otros cuatro planetas extrasolares de un tamaño similar o menor a Neptuno.