1. Tarda más en responder – En línea… En línea… En línea… En línea… Al igual que sucede en un cara cara cuando un mentiroso está tramando algo, también frente a su teléfono se tendrá que pensar y repensar la respuesta, por lo que tardará el doble de lo habitual. Cuando alguien es sincero, la espontaneidad sale sola.
2. Borra y escribe- Todo el rato escribiendo. Lo que quizá los mentirosillos no sepan es que una de las muchas herramientas que tiene whatsapp para invadir la intimidad es que el receptor puede saber perfectamente si está borrando lo que escribe. La inseguridad que provoca una mentira hace que resulte imposible pensar una respuesta apropiada y creíble. ¿Qué ha borrado? ¿Por qué lo ha borrado? Las alarmas están encendidas, no nos dejemos engañar y engatusar por un mensaje encriptado e inconexo fruto de la más pura mentira.
3. Mensajes cortos- Ni si quiera una persona de pocas palabras envía mensajes cortos. Eso solo lo hacen los padres, pero los tímidos se sueltan así que no hay excusas que valgan. Cuando los whatsapps vienen acompañados de un par de monosílabos hay que tener mucho cuidado. Aquí el tamaño sí que importa.
4. Los callados hablan y los habladores callan- A través del whatsapp, muchas de esas personas que son ‘perro ladrador, poco mordedor’ se aprovechan del uso de la red para llegar más fácilmente a las víctimas de su mentira. La distancia hace que suelten todo lo que tienen en mente pero cuando lo llevan a la práctica la cosa cambia. Una persona que escribe hasta por los codos y luego a la hora de verse las caras con alguien es más cortado y callado que otra cosa, mienten. Y mienten muchísimo. Por el contrario, alguien que suele ser muy hablador cuando está frente a las personas, mentirá cuando apenas escribe y, si lo hace, es muy escuetamente y sin rollos.
5. Lenguaje enfático- Demasiadas exclamaciones, mayúsculas y risitas son síntomas de que se avecina una buena tormenta. Poner demasiada importancia a cuestiones que ‘sin más’ no es la mejor opción para mentir, que te delatas tú solo. Los énfasis más notorios se utilizan cuando quieren que nos creamos algo lo que nos están diciendo porque, en realidad, es una completa mentira.
6. Expresiones ambiguas y exculpatorias – Porque sí, estas expresiones tan odiosas por todos son comunes del mentiroso por una sencilla razón: ¿Qué contestas a eso? Derriban por completo todas las preguntas y respuestas posibles que pudieran surgirte y ahí nos quedamos, compuestos y sin palabras. Está claro que es una buena táctica, pero también queda en evidencia.
7. Cambia el tiempo verbal- Preguntarle a una persona por whatsapp por lo que hizo el otro día es algo normal, sobre todo en las relaciones de pareja. Si tu chico o chica no te está mintiendo te contará el pedal, la fiesta y la hora a la que llegó en pasado. Pero si de repente empieza a cambiar el tiempo verbal en cada frase que suelta… Eso que te está contando no pasó. De verdad que no.
8. Lenguaje un tanto… distante- ¿Estoy hablando con una persona o con un mono? Cuando sus mensajes son más escuetos que los de Siri y no sabes si en realidad van dirigidos a su jefe, es una señal de que algo pasa. Inconscientemente no saben lo que están diciendo cuando nos mienten y evitarán los pronombres personales o las terceras personas. Expresiones como ‘surgió algo después del trabajo y he tardado más’ o ‘el tren vino tarde’ son perfectas para poner bajo sospecha. Si está hablando en primera persona y, de repente y sin motivo, deja de hacerlo es que te está intentando meter una mentira más grande que una catedral.