La investigación apunta a desarrollar un sistema de diagnóstico de distintas enfermedades con sólo apoyar un papel sobre la piel del paciente y esperar a que este cambie de color
Científicos de la Universidad de Harvard trabajan actualmente en un fascinante sistema de diagnóstico con el que permitirá diagnosticar enfermedades como el ébola con sólo aplicar un trocito de papel sobre la piel del paciente.
Es que este mecanismo que está en proceso de experimentación implica imprimir cadenas de ADN sobre papel, y secar las muestras mediante frío extremo, de acuerdo con la web Gizmodo.
«Se trata de crear una plataforma completamente nueva para los diagnósticos de campo» explica Jim Collins, del Instituto Wyss de Ingeniería Biológica de la Universidad de Harvard.
Hasta ahora, determinar la presencia de virus como el ébola requiere de análisis complejos e instalaciones que no están disponibles en muchas zonas apartadas. Este sistema, basado en un simple trocito de papel «litmus» similar al que se utiliza para medir el PH, permitiría detectar trazas de diferentes enfermedades de manera inequívoca y en cualquier lugar.
El sistema consiste en imprimir cadenas de ADN extraídas de diferentes animales como las medusas marinas o algunas bacterias. Se eligen estas especies precisamente porque su ADN tiene la facultad de cambiar de color bajo unas condiciones específicas. Después, se añade un marcador genético que solo se activa ante la presencia de moléculas específicas asociadas a un virus concreto.
El papel se seca aplicando bajas temperaturas, lo que desactiva el ADN y permite conservar los test a temperatura ambiente. Para activar de nuevo el papel solo hay que añadir agua o cualquier sustancia acuosa como sudor o saliva proveniente de la persona a examinar. El test reacciona en media hora, cambiando de color si detecta algún virus conocido. Un mismo papel puede utilizarse para detectar diferentes virus mediante una retícula de puntos.
Los investigadores han sido capaces de desarrollar un papel sensible a 24 cadenas diferentes de ARN provenientes de diferentes tipos de virus, entre ellos tres cepas conocidas del ébola. Fabricar un sensor de papel de este tipo lleva unas 12 horas y cuesta en torno a 21 dólares.
El sistema aún no está preparado para ser usado en los trabajos de contención de la actual epidemia de ébola en África, ya que no se ha logrado eliminar del todo la presencia de falsos positivos ocasionales. Si se logra pulir del todo y desarrollar una versión comercial, cambiará la manera de diagnosticar enfermedades infecciosas.