En una muestra de descontento y determinación, miles de agricultores franceses continúan su marcha hacia París, bloqueando las principales carreteras de acceso a la capital de Francia.
Esta movilización, organizada por la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas de Francia (FNSEA) y la Asociación de Jóvenes Agricultores de la Gran Cuenca de París, busca presionar al Gobierno francés para que atienda sus demandas.
Los agricultores, que representan dos de los gremios más importantes del sector agrícola en Francia, están exigiendo, sobre todo, una mejor remuneración por sus productos.
Además, piden la simplificación de los trámites burocráticos y protección contra las importaciones baratas, medidas que consideran esenciales para garantizar la sostenibilidad de sus actividades agrícolas.
A pesar de las concesiones hechas por el Gobierno francés el pasado viernes, los agricultores manifestaron su insatisfacción, continuando con las protestas que ya llevan más de una semana.
En respuesta a esta creciente tensión, las autoridades francesas han tomado medidas para prevenir el bloqueo total de París.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, convocó una reunión de emergencia el domingo con altos funcionarios de la policía y la gendarmería, así como con el responsable de la policía parisina.
Tras esta reunión, Darmanin anunció el despliegue de unos 15,000 efectivos, la mayoría en la región de París, en un intento por controlar la situación y mantener el orden.
Por su parte, el ministro de Agricultura de Francia, Marc Fesneau, se comprometió a anunciar nuevas medidas en las próximas 48 horas, en un esfuerzo por abordar las preocupaciones de los agricultores.
Mientras tanto, la situación en las carreteras alrededor de París se complica. A 60 kilómetros al noroeste de la capital, la autopista A13 se vio parcialmente bloqueada cerca de Buchelay. En otro punto, los primeros tractores se instalaron a ambos lados de la mediana de la A4 a su paso por Jossigny.
