Nicaragua por encima del nivel

A menudo, los menos solventes para hablar de elecciones limpias son los más alérgicos a respetar la voluntad del soberano y hacen de todo para opacar la fiesta cívica. Les gusta ir con los dados cargados, no tienen idea de lo que es la democracia y en las parcelas donde les ha tocado desempeñarse, ese concepto careció de vida.

Por eso rechazan las primarias promovidas por un organismo desde su mismo patio. Temen la verdad que arrojaron los últimos comicios presidenciales y quedarse con las ganas de esgrimir la palabra “fraude” ante don Róger Arteaga o don Pedro Belli, presidente del “Tribunal Electoral Cívico”. No se sabe si tendrían la paciencia de Roberto Rivas.

No obstante, el desprecio a “Hagamos Democracia” es evidente, a la vez de ser un anuncio anticipado de reciclar el guion-2011. “La Prensa” publicó, el 9 de septiembre de 2015, la imagen del líder de una fracción del Partido Liberal Independiente, con este pie de foto que grafica hondamente sus “convicciones democráticas”: “Eduardo Montealegre dice que no se va a prestar a payasadas”.

El interés de la derecha conservadora en nuestro país nunca fue construir ciudadanía, ni promover la democracia, mucho menos incentivar el voto inteligente, sino el visceral.

En 2011 no varió mucho la desafortunada forma de la aldea derechosa de hacer política. Los adversarios del Frente Sandinista y sus aliados no se enfocaron en presentar propuestas para la nación ni candidaturas creíbles que resultaran atractivas para un electorado que, en un buen porcentaje, estrenaba las urnas.

Cuatro años después, nada indica que la oposición conservadora constituya un viento fresco para el pueblo nicaragüense. El tedioso discurso democratoide afianzó más su soledad electoral.

El soberano desconfía de esta oposición que en vez de jalar multitudes, arrastra un pasado nada glorioso. De ahí que el 67.7% de la población considere pésima su actuación y apenas el 15.8% estime de regular a estas siglas en su mala hora.

Sin embargo, para ratificar lo que dicen las encuestas y las urnas, el Poder Electoral debe acreditar la observación de calidad, si no, las Internacionales de la Diatriba se encargarán de atropellar el proceso democrático.

Visión

El pueblo puso en claro, con su voto masivo en 2011, que respaldaba la visión de país del Frente Sandinista.

Más que un simple partido y un programa de tantos, el sandinismo formuló con el liderazgo del presidente Daniel Ortega y la escritora Rosario Murillo, un Cristianismo práctico.

Por sus frutos los conoceréis. En esta fase superior del FSLN, la reducción de la pobreza general pasó del 48% en el 2005 a 29.7% en el 2014.

El economista Néstor Avendaño, en su blog, expone: “se debe reconocer que la administración del Presidente Daniel Ortega ha dirigido ingentes recursos para reducir la pobreza, especialmente la pobreza extrema, que ya se aproximan al 60% del gasto total del presupuesto nacional y al que se adiciona el 37% de la cooperación petrolera de Venezuela registrada en el período 2010-I Semestre de 2015, pero el crecimiento económico es aún insuficiente para reducirla con una mayor celeridad…”.

También tomaron cuerpo muchas iniciativas inéditas: pasar de la Nicaragua del candil con una cobertura eléctrica de 54% en 2006 a nada menos 85.3% en 2015. Más la renovable transformación de la matriz energética. O la recuperación del paisaje lacustre para que la capital tenga por fin una ciudad.

Cambio

En vez de batallas y guerras en que se convertiría el país si ganaba el sandinismo, como infamaba la derecha, el Gobierno Sandinista es el que más construye campos de vida y estadios de primera en toda la Historia Nacional.

Pasar de los tiempones del ritual electoral a la democratización de Nicaragua es un gran avance. El sano entretenimiento ya no es exclusivo para los hijos del privilegio, y la paz abandona los discursos abstractos y huye de las tribunas del cálculo político para integrarse a la vida cotidiana: en la seguridad ciudadana, las canchas, los subsidios de la tarifa del transporte colectivo capitalino y la factura menor de 150 KWh…

Se ve correr con el entusiasmo de los niños y las niñas cuando disfrutan de juegos propios de países desarrollados, que después se convertirán en recuerdos de lujo: cabinas, toboganes, túneles, balancines, codos plásticos, columpios…

Al momento de ascender el Frente al poder en 2006, los parques infantiles ya eran historia: solo contaban con “chinos” destruidos, muñones de metal donde alguna vez hubo un subibaja, resortes donde antes se movían caballitos o carritos; resbaladeros destartalados y bancas ocupadas por indigentes; basureros, peligrosidad…

Para ver los enormes cambios, basta con una visita al “Luis Alfonso Velázquez Flores”. ¿Populismo o cristianismo? Es por lo que luchó el Niño-Mártir.

La derecha conservadora intentaba asustar a la ciudadanía que con el advenimiento del presidente Ortega vendría, además, la “escasez, el racionamiento y las filas interminables de gente buscando qué comprar” y que se confiscarían los envíos familiares. Nada de eso ocurrió. Pulperías, mercados y centros de compras se mantienen muy abastecidos. Y las remesas fluyen directamente a sus dueños.

Las ventas, una buena parte bebidas y alimentos, casi sumaron los $2 millones en 2015, un 10% superior a 2014, detalló Rosendo Mayorga, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios de Nicaragua.

Modernidad

Los empresarios Enrique Zamora y César Zamora coinciden en que 2016 es un año de crecimiento. Y las elecciones no deben, bajo ninguna circunstancia, traer ruido (El 19 Digital).

El líder del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, en esa línea precisa “Nosotros tenemos hoy la expectativa del Fondo Monetario, del Banco Mundial, de las agencias calificadoras de riesgo, del Banco Central, de Funides (Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social), de Copades (Consultores Para el Desarrollo Empresarial), todos dicen que vamos a crecer arriba del cuatro por ciento a pesar de que vamos a tener un año electoral” (La Prensa).

Esta es Nicaragua por encima del nivel. Un nivel jamás alcanzado por otra formación política en el poder. El doctor Ovidio Reyes informó a E19D que el PIB per cápita se elevó de $1 mil 204 en el 2006 a $1 mil 929 en 2015 (60% de crecimiento).

Sí que falta mucho, pero… ¿Qué ha sucedido en Nicaragua? Que el Altísimo oye a su pueblo y desata las ataduras de maldición.

“Porque hemos dejado atrás la amargura, el desconsuelo, y la cultura de conflictividad”, escribió la intelectual sandinista Rosario Murillo.

** Edwin Sánchez

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