Más de 60 carretas peregrinas parten al Santuario de Jesús del Rescate en Rivas

Con los primeros rayos del sol de este jueves, un total de 64 carretas salieron de la ciudad de Granada, rumbo al Santuario de Jesús del Rescate, en Popoyuapa, Rivas, en una nueva edición de una de las tradiciones más arraigadas en Nicaragua.

Al entregar suculentos desayunos y los paquetes alimenticios a las familias de las carretas peregrinas, la alcaldesa de Granada, compañera Rosario Caldera detalló que los promesantes provienen de las comarcas Laguna 1 y 2, así como del Capulín, El Hormigón, entre otras que se unen en el camino como las de Nandaime.

“Año con año, como alcaldía, así como las demás instituciones del poder ciudadano acompañamos a las familias de las carreteras peregrinas con logística, además de brindarles seguridad con la policía y salud a través del Silais, para que puedan viajar con tranquilidad y en paz al Santuario de Jesús del Rescate”, resaltó la alcaldesa.

Por su parte, la secretaria política de Granada, compañera Indira Morales, dijo que ya son 130 años de romería de las carretas peregrinas, tradición popular que es apoyada por el buen Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional.

La promesante Margarita Arcia Guadamuz, de 90 años de edad, dijo a Tu Nueva Radio Ya, que desde que andaba en el vientre de su madre ya viajaba al Santuario de Jesús del Rescate, primero cumpliendo las promesas de su progenitora y luego las de ella.

Señaló que en su juventud tuvo problemas con su vejiga y tras ser operada quedó peor, por lo que en una de las peregrinaciones, le prometió a Jesús del Rescate que si la curaba iría a visitarlo todos los años a su santuario en Popoyuapa, hasta que el Creador la llame y así fue que superó su padecimiento, y a sus 90 años, continua cumpliendo su promesa.

La tradición popular que data de décadas la realizan familias de Granada, Masaya, Carazo y Rivas para pagar promesas y favores recibidos de parte de Jesús del Rescate.

Esta hermosa tradición se mantiene firme en los promesantes que año con año viajan al santuario de Popoyuapa, en carretas haladas por bueyes y caballos.

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