Centenares de familias se reunieron este viernes en la antigua estación del ferrocarril de León, para realizar una vigilia en agradecimiento a Dios por haberlos protegido durante el terremoto de 6.2 grados que sacudió León, Managua y otras partes del Pacífico de Nicaragua, hace un año.
“Tenemos mucho que agradecer a Dios, ese fuerte sismo sirvió para que nos acercáramos más a él y entendiéramos que la hoja de un árbol no se mueve sino es su voluntad”, dijo Mariana Solís, de la Iglesia de Dios de Nagarote.
Del mismo modo, las familias católicas se reunieron en el parque Silvio Mayorga, del municipio azul, para celebrar una misa en agradecimiento por la responsabilidad con que actuó el Gobierno Sandinista al momento de la crisis sísmica.