Vladimir Flin, de 84 años, y su empleado Víctor Manuel Calderón Mendieta, de 34, se salvaron de ser devorados por un perro de la raza Pastor Alemán, en el barrio San Antonio, de la ciudad de Jinotepe, departamento de Carazo.
El hecho se registró cuando Víctor Calderón fue a darle un tuco de carne al “perro enlunado” y este le clavó los colmillos en la mano derecha, por lo que don Vladimir Flin fue a auxiliar a su empleado, pero también fue mordido por el can.
Ambos lesionados fueron socorridos por otros habitantes de la casa y luego trasladados al hospital Regional Santiago, en Jinotepe, Carazo.