Tres trabajadores supuestamente nicaragüenses que laboraban en fincas productoras de naranjas fueron encontrados decapitados y con sus manos amputadas en una finca productora de naranjas en Santa Cecilia de La Cruz, Guanacaste, Costa Rica.
Según la Cruz Roja costarricense las víctimas son un joven veinteañero, otro con más de 30 años y un adulto mayor de unos 70 años. Dos cuerpos estaban juntos y el tercero a un kilómetro de distancia.
Las autoridades indicaron que las identidades de los infortunados todavía no están plenamente confirmadas, y se presume que el móvil del triple crimen fue el robo.
Las investigaciones revelan que el atacante sería un hombre joven originario de Cárdenas, Rivas, Nicaragua, quien en otras ocasiones también se ha visto involucrado en hechos similares en territorio nicaragüense.
Las fuentes policiales también recordaron que en la zona fronteriza operan al menos tres grupos del crimen organizado y que en diciembre 2014 el nicaragüense Anselmo López Benavides, de 31 años, murió en una balacera en una montaña de La Cruz.
En febrero anterior, la nicaragüense Karina Waleska González Vega, de 24 años, también fue asesinada de 5 balazos en su casa ubicada en San Dimas, La Cruz, cerca de Peñas Blancas, en la frontera con Nicaragua.