Tomador consuetudinario le pone fin a su vida con la mal llamada «pastilla del amor»

El piruquita Miguel Mendoza Ruiz, de 71 años, le puso fin a su vida tragando una pastilla para curar frijoles, hecho ocurrido en la comunidad San Vicente, en Pantasma, Jinotega.

Según familiares, Miguel tenía 8 días de andar en farra y desconocen los motivos que lo llevaron a tragarse la mal llamada pastilla del amor.

El cadáver de Miguel Mendoza fue encontrado por sus familiares en el interior de la vivienda, lugar a donde llegaron a ver si ya había dejado de tapinear.

Si te gustó, comparte

Más Noticias