Una joven de unos 23 años, en cuyas chinelas se lee que se llama Anielka Patricia Monterrey Juárez y que nació en Honduras, fue salvada de morir o de al menos sufrir severas fracturas, cuando pretendía lanzarse este sábado al cauce del puente Larreynaga, en Managua.
La muchacha se acercó al puente llorando y repitiendo que quería morirse, por lo que una vendedora de cocos se acercó a auxiliarla y la sentó en una acera, en donde empezó a convulsionar y a echar espuma por la boca.
Al lugar se presentaron agentes de la Policía Nacional y miembros de los bomberos, quienes descartaron que se tratara de un ataque de epilepsia y señalaron que aparentemente la muchacha se había drogado con pastillas.
Posteriormente, la joven fue llevada en una ambulancia al hospital Manolo Morales Peralta.