“Después de un gustazo, un trancazo” cita el viejo refrán que vio hecho realidad el adorador del dios Baco, Mauricio Jeremías Parrales López, de 45 años, a quien delincuentes lo dejaron “sin sal para un jocote” tras desmarimbarse de su caballo en el trayecto a la comarca El Bosque, en Jinotepe, Carazo.
El afectado relató que como andaba bolo se cayó del “cholenco” y quedó desmayado en el suelo, situación que fue aprovechada por amigos de lo ajeno que se le llevaron la albarda del corcel valorada en 14 mil córdobas y 200 dólares que andaba en su billetera.
Parrales López fue trasladado al hospital Regional Santiago, en Jinotepe, donde se recupera de las lesiones y la “madre goma”.