José Leonel Rivera Dávila, de 65 años, murió de un aparente infarto cardiaco al momento que realizaba sus necesidades fisiológicas en uno de los servicios sanitarios del mercado municipal del Nueva Guinea.
Según el administrador del local, don José, quien se dedicaba al comercio, le había dicho que andaba mal del estómago, por lo que le entregó el papel higiénico para que realizara sus necesidades.
Fue uno de los usuarios que llegó a los servicios quien vio una de las piernas salidas de don José por lo que se alarmaron, y al abrir la puerta lo encontraron muerto.
Médicos forenses se hicieron presentes al lugar para investigar las causas de la muerte de don José Leonel Rivera Dávila, quien habitaba en la zona número uno de Nueva Guinea.