Josué Sevilla Guido, de 9 años de edad, pereció después de ser mordido en el pie derecho por una serpiente barba amarilla, cuando se daba un chapuzón junto a unos amiguitos en el río Lisau, en la comunidad El Platanal, en Mulukukú, Caribe Norte.
Supuestamente, en cuanto Josué salió del rio piso a la serpiente, misma que enseguida le clavó los colmillos y fue cuando el menor pegó el grito.
Un hermano del niño tuvo que matar al animal rastrero para poder quitársela del pie.
El menor fue trasladado a su casa y su mamá Martha Guido le dio remedios caseros para tratar de contrarrestar el veneno que le serpiente le clavo pero fue imposible y murió.