Este jueves fueron realizadas en Siuna, Caribe Norte, las honras fúnebres de la joven pinolera Clorinda Alarcón Urbina, de 20 años, quien murió en Coahuila, México a causa del síndrome de disfunción orgánica, luego de pasar muchas horas hacinada dentro del contenedor de un furgón que fue abandonado por su conductor, cuando pretendía llegar ilegalmente a Estados Unidos.
Clorinda tenía 33 semanas de embarazo, era originaria de la comunidad Ocote Tuma, en Waslala, Caribe Norte, pero vivía con su familia en la comunidad El Hormiguero, en Siuna, Triangulo Minero.
De acuerdo a medios mexicanos, Clorinda viajaba acompañada de su cónyuge Pedro Manzanares, su hija de 3 años y un hermano quienes sobrevivieron al terrible tormento.
Los sobrevivientes relataron que el “coyote” que trasladaba a Clorinda junto a su marido y otros 200 migrantes los abandonó sin aire acondicionado, encerrados en la caja del tráiler, sentenciándolos a muerte.
Posteriormente, Jaime Moreno Mendoza, de 39 años, se convirtió en el tercer nicaragüense que murió tras haber sido dejado encerrado por el coyote en el contenedor sin aire.
El pinolero había sido rescatado de la caja del trailer y trasladado al Hospital General de Saltillo, en donde quedó hospitalizado en estado crítico por hipertermia, y falleció luego de haber superado un paro cardiaco.
Por su parte, elementos de la Agencia de Investigación Criminal detuvieron a un sujeto de nombre Ponciano, de 49 años, con domicilio en el Estado de México, como el «coyote» que dejó en manos de la muerte en el contenedor a Clorinda y al resto de migrantes que viajaban con ella.