La señora Reina Isabel González Muñoz, de 57 años, denunció que la tumba de su sobrino Rubén Antonio González fue profanada en el cementerio municipal de La Paz, Carazo, y utilizada para realizar cultos satánicos.
Doña Reina afirma que los delincuentes manipularon los restos del fallecido, pintaron cruces en la bóveda, sacaron la tapa del ataúd, la colocaron en otro lado y dejaron una botella con un líquido espeso y negro con un olor a pudrición.
La señora González Muñoz dijo que su sobrino apenas tiene 1 año y 6 meses de haber muerto, y consideró que “es el colmo que no respeten el descanso de las personas”.
Agregó que no solo la tumba de su sobrino ha sido abierta, sino que “hay muchas más”, y afirmó que en el municipio de La Paz hay gente mala que practica este tipo de rituales.
Doña Reina pidió a las autoridades pongan cartas en el asunto y que realicen más vigilancia en el cementerio para capturar a quienes llegan a realizar este tipo de prácticas.
La denunciante dijo que la familia doliente tuvo que comprar una lápida para cerrar la tumba debido a que tras el hecho, los restos del fallecido habían quedado al descubierto.
La profanación de tumbas en Nicaragua es un delito penado con 3 años de prisión, según el artículo 191 del Código Penal.