El niño Isaí Antonio Cálix Herrera, de 3 años de edad, falleció a causa de un paro cardiorrespiratorio después de hacer contacto con unos cables eléctricos en el techo de su casa en el barrio Sonrisa de Dios, en Nagarote, León.
Supuestamente, la desgracia sucedió cuando los padres del menor, Lester Antonio Cálix Quintana, de 30 años, y Arelys Ester Herrera Vásquez, de 28, lo subieron al techo de su vivienda para que bajara una pelota.
Cazadores de noticias indicaron que los progenitores del pequeño no tomaron las precauciones necesarias, tomando en cuenta que sobre el techo de la casa pasaban bien bajos los cables eléctricos.
Los funerales del menor fueron realizados en el cementerio nuevo de Nagarote, después de su vela en la casa que habitaba en la tercera calle del Sonrisa de Dios.