La Dirección de Auxilio Judicial incineró hoy 950 kilos de cocaína, que fueron incautados el pasado 12 de octubre en el puesto fronterizo de El Guasaule, en la frontera entre Nicaragua y Honduras, cuando eran transportados en un furgón.
La droga fue destruida por agentes de la Policía Nacional y en presencia tanto de un representante del Ministerio Público, como del Juez Sexto del Distrito Penal de Audiencia de Managua, Henry Morales, quien lleva el caso en contra del guatemalteco Marlon Giovanny Cáceres Marroquín.
Por lo general cada kilo de cocaína puesto en Nicaragua desde Colombia tiene un precio de 8 mil dólares, por lo cual la droga incinerada tendría un valor de 7 millones 600 mil dólares, monto que se triplica cuando llega a su principal consumidor Estados Unidos.