De forma instantánea pereció José Irán Álvarez, de 45 años, tras sufrir una caída debido al estado de ebriedad en que andaba e impactar de cabeza contra una piedra.
La fatalidad ocurrió exactamente de las Huellas de Acahualinca una cuadra al lago y 2 y media abajo, en la ciudad de Managua.
Pobladores de la zona al ver al borrachito caído quisieron auxiliarlo pero ya no había más que hacer, sus signos vitales había desaparecido.
Al lugar de los hechos se hizo presente doña Justa Pastora Álvarez, tía del infortunado que firmó un acta de desistimiento para que no se llevaran el cuerpo pues estaban consciente que nadie le hizo nada, sino que se cayó y murió.
Las autoridades policiales llegaron al lugar, donde descartaron mano criminal en el deceso de José Irán Álvarez, conocido cariñosamente como el «Loco Irán».