El susto de su vida se llevaron los pasajeros del bus placas GR-081, quienes bajaron como el correcaminos al observar las llamas empezaban a envolver el vehículo cuando se desplazaba por el kilómetro 55 de la carretera Granada-Nandaime.
«Señor deténgase que se está quemando el bus… Ey parada, parada», gritaban a todo galillo los pasajeros de la unidad, y en cuanto el conductor Romel Enrique Fernández, escuchó detuvo su marcha, la gente salió disparada del bus.
Seguidamente Romel Enrique agarró los extintores para combatir las llamas, mientras los pasajeros lanzaban arena a la unidad para evitar que el bus fuera consumido por completo.
«Gracias a Dios nadie resultó herido y el bus fue apagado», dijo Pedro Fernández Lugo, propietario de la unidad de transporte.