A causa de un repentino y fulminante infarto, entrego su vida al creador don Juan Francisco López Silva, de 65 años, en su Taller de Enderezado y Pinturas, situado en una parte de su propiedad ubicada en el barrio Indígena de Sutiaba en León.
Don Juan Francisco, era conocido en León como el “Pintor Profesional”, por su excelente trabajo.
Otra persona que abordó el carruaje de la muerte es Ligia Hernández Martínez, de 23 años, después de sufrir múltiples dolores de cabeza.
La jovencita fue trasladada por sus familiares a una clínica privada, donde momentáneamente le calmaron los dolores de cabeza y después murió. Ella vivía junto a sus parientes en el barrio El Coyolar de la ciudad de León.