El paramédico de la Cruz Roja, Carlos Obando, quedó vomitando durante varios minutos, luego de quitarle los zapatos y sentir la pestilencia de los pies de Julio César Brenes, de 33 años, a quien llegó a atender por una fractura que sufrió en el tobillo derecho al ser atropellado por un taxi de la Caimana media cuadra arriba, en Managua.
Después de ponerse una mascarilla para protegerse, el cruzrojista le puso la sirena a la ambulancia y llevó rápido a Julio Brenes al hospital Manolo Morales, donde los médicos y enfermeros empezaron a sufrir mareos y síntomas de vómitos, cuando el mal olor de los pies del paciente inundó el área de emergencias.
Según los afectados, el tufo de las “patricias” del Julio César, era tan terrible, que un paciente que permanecía tullido en una silla de ruedas por una afectación en los riñones, se levantó y salió corriendo en un verdadero milagro, incomprensible para la ciencia.
Después que los médicos y las enfermeras se protegieron con máscaras antigas para brindarle la atención médica, el paciente Julio César Brenes, fue muy beneficiado ya que además de ser tratado por la fractura, también recibirá tratamiento contra los hongos que le tienen podridos los pies.