Adolfo Genaro Castro Lopez, de 62 años, también murió firme, pálido y chirizo dentro de un hospedaje situado cerca del gancho de caminos en Managua, cuando intentaba echar un “palito” con una trabajadora sexual de 29 años de edad.
Don Adolfo llegó al hospedaje Passione ubicado en el costado sureste de la funeraria La Católica y La Auxiliadora, cerca de donde contrató los servicios de Karen María Salazar Medina, de 29 años, para tener un rato de traqueteo y placer.
Karen María dijo a la policía que cuando estaba en el cuarto con su cliente, este se tomó una pastilla azul para ponerse erecto y cuando estaba en plena faena se le paró el reloj biologico quedando tendido boca arriba en la cama de la habitacion del hospedaje.
El anciano habitaba en la casa No. 1947 de las Américas número 1, pero mientras es reclamado por sus familiares, su cadáver fue llevado al Instituto de Medicina Legal, mientras que la trabajadora sexual fue trasladada a la delegación policial del Distrito 1 para ser investigada.