El niño Francisco Guzmán, de 8 años, murió a causa de los múltiples golpes que sufrió en su cuerpo al ser arrastrado por el caballo que montaba, tras ser atacados por un enjambre de abejas africanizadas en la comarca Maritza Quezada, ubicada a 25 kilómetros al sur de Nueva Guinea, Caribe Sur.
De acuerdo a los lugareños, el cuerpo del menor quedó colgado del estribo de la montura, y se fue impactando con todo lo que había en el camino, mientras caballo corría para escapar del ataque de las furiosas abejas.
El menor será sepultado en la comarca Maritza Quezada, de donde era originario.