Un nicaragüense de apellidos Picado Espinoza está preso en espera de juicio en la delegación de la Fuerza Pública, de San Carlos, Costa Rica, después que bien borracho golpeó a su esposa de apellidos Calero Hernández, de 26 años, que tiene cinco meses de embarazo.
Informes policiales indican que la mujer estaba en su casa con un hijo de 12 y sus dos niñas de 3 y 2 años, cuando el pinolero llegó ebrio, arrecho, y empezó a golpearla, hasta que logró correrse para ponerse a salvo.
“La mujer presentaba un golpe en la frente, excoriaciones en la mejilla derecha, y dolor en el cuello, dichosamente el hombre no le golpeó el vientre”, indicaron paramédicos de la Cruz Roja de Costa Rica.
Minutos después, la policía logró arrestar a Picado Espinoza, quien será pasado a Ciudad Quesada, donde le impusieron medidas cautelares por las medidas de maltrato, ofensas a la dignidad y amenazas contra la embarazada.
En tanto la señora Calero Hernández tuvo que ser ingresada en el Hospital San Carlos, debido a las lesiones que presentaba y para realizarle una valoración sobre el estado de salud del bebé.