Acribillado a tiros murió un nicaragüense de apellido Román, de 24 años, a manos de dos sicarios que lo atacaron sorpresivamente en la comunidad de Arenales, en Nosara de Guanacaste, Costa Rica.

Los informes de las autoridades indican que a las tres de la madrugada de este lunes, el pinolero estaba descansando en el cuarto que alquilaba cuando los delincuentes forzaron la puerta y le dispararon mientras dormía.
Luego de cometer el crimen, los delincuentes huyeron en una motocicleta, y aun no han sido identificados ni localizados.
Después de escuchar los disparos y el ruido de las motos que aceleraban, vecinos del sector llamaron a equipos de emergencia.
Cuando los paramédicos ingresaron a la habitación comprobaron que el cuerpo del nicaragüense presentaba múltiples impactos de bala en la cabeza, la ingle y el abdomen.