Hace más de una década, la historia del pequeño Yarince Gámez conmovió a los nicaragüenses, especialmente a los estelianos, al ser diagnosticado con anemia aplásica y necesitar un trasplante de médula ósea para sobrevivir.
Después de realizarse un tratamiento especial en Alemania, regresó a Nicaragua aún padeciendo la enfermedad, para retomar su vida y cumplir sus sueños.
En 2013 se graduó en Medicina Oriental, formó una familia e inauguró su propia clínica.
Este guerrero finalmente se rindió a la muerte, este martes en la tarde, pero su vida fue ejemplo de lucha y admiración. En paz descanse el esteliano Yarince Gámez.