Palmado y buscando reales se encuentra el comerciante de cerdos Mauricio Martín Báez Cortez, de 45 años, a quien un par de meretrices lo pusieron a roncar en el cuarto de un motel para robarle un celular, una cadena y 4 mil 800 córdobas en efectivo.
Báez Cortez relató que se puso a beber licorcon varios amigos en un bar de Jinotepe y cuando estaban cecereques se les acercó un grupo de meretrices quienes les ofrecieron sus servicios sexuales.
Una era alta y la otra chaparrita, morenitas, con curvas y con tatuaje en la colita, así describió Báez al par de mujeres que lo hicieron zamparse tres cervezas más antes de que se fueran al cuarto, donde le prometieron que lo iban a poner con los ojos volteados.
Le dejaron solo un calzón
El adorador del dios Baco precisó que se fueron a un motel ubicado en el kilómetro 51 y medio de la carretera panamericana Sur, donde el par de hermosas mujeres solo le dieron un besito en el cachete y después se le borró la mente.
Mi susto fue que al despertarme ya no tenía ninguna de mis pertenencias solo un calzón usado que me dejaron como recuerdo del batazo que me pegaron, dijo desilusionado don Mauricio.
El afectado es originario de Masaya y aseguró que nunca más en su vida regresará a buscar placer sexual a Carazo.