La mañana de este 30 de mayo, la Policía tica encontró muertos al hermanito y a los padres de Abigaíl Miranda, una niña de 9 años, hallada sin vida y amordazada sobre la cama de su humilde vivienda en un cafetal de Copey, en Santa María de Dota, al sur de San José, Costa Rica.
La masacre fue confirmada cuando las autoridades encontraron el cuerpo del niño Abraham Miranda, de 11 años, y los de sus padres, María Haydee Miranda, de 33 años, y Ramón Suárez Espinoza, entre los arbustos de un cafetal, cerca de la casa donde fue hallada la niña 24 horas antes.
El niño estaba a unos 100 metros de la casa, con heridas en su cuerpo, boca abajo y cubiertos con hojas de café, y cerca estaba su madre.
El padre de familia, Ramón Suárez, estaba en las márgenes de un río cercano. La policía no ha dado mayores detalles de la masacre, pero extraoficialmente se especula que estas cuatro muertes pudieron haber sido causadas por deudas de dinero.