Alfonso Tercero Guerra, de 21 años, medio hermano del suicida, fue quien descubrió el cuerpo cuando llego a buscarlo para que se fueran a trabajar, ya que ambos se dedicaban a la venta de mariscos.
Alfonso dijo a la policía que cuando llegó al cuarto donde vivía su hermano, escuchó la música con volumen alto y por más que golpeó la puerta nunca le abrió, por lo que entró por la fuerza, encontrándose con la terrible escena.
Cuando Alfonso le informó a su padre Tamar Tercero, sobre el suicidio de Sadam, este le respondió que no era la primera vez que lo había intentado y por ello pidieron a la policía que el cadáver no fuera llevado a medicina legal.