El joven Francisco Javier Cáceres Rivera, de 25 años, se quitó la vida colgándose del cuello con una manguera en la acera de su casa ubicada en el barrio La Concepción, en Wiwilí, Jinotega.
Informantes cazadores de noticias detallaron que el suicidio ocurrió del juzgado local dos cuadras al sur, en donde el muchacho se arrechó después que su padre Gerardo Cáceres Gadea le llamó la atención porquye tenía tres días de andar bebiendo guaro.