El campesino Porfirio Orozco Dávila, de 53 años, fue asesinado de seis balazos en distintas partes del cuerpo por sujetos desconocidos que lo atacaron en el costado sur del cementerio de la comarca Maquenguales, en Wiwilí, Jinotega.
Según Abel Orozco Zelaya, de 20 años, su padre salió la tarde del miércoles a traer unas reses y como no regresó lo fueron a buscar, encontrándolo tieso y con el cuerpo agujereado.