En el hospital Manolo Morales Peralta, murió a causa de un infarto el ciudadano Armin de la Cruz Rostrán, de 85 años, quien venía sufriendo dolencias propias de su edad.
En ese mismo centro asistencial pereció por un paro cardiaco el borrachito Michael Antonio Wayna Salinas, de 31 años, a quien los médicos le recomendaron que saliera del cañaveral, pero hizo caso omiso, y su adicción le costó la vida.