La vivienda también funcionaba como un negocio de venta de zapatos y ropa, y se presume que se incendió porque don Fermín y su familia tenían la costumbre de dejar todos los electrodomésticos conectados cuando salían a pasear, y al parecer se produjo un cortocircuito.
Aunque todo hace indicar que el incendio se produjo por un cortocircuito, los bomberos continúan investigando las causas del siniestro que dejo en la desgracia al chinandegano Fermín Ruiz Mendoza.
Otra familia que “la está viendo dura”, es la de don Pablo Emilio Escorcia, ya que un incendio destruyo su humilde casa ubicada en el Valle Los Blandones, en el Cua, departamento de Jinotega.
Don Pablo habitaba en la casita con su esposa Esperanza del Carmen Torres Pérez, y con sus hijos Osman Josué, Carol Paola, Joxan Joel y Alison sarahy, quienes quedaron solo con la ropita que andaban puestos.
Los bomberos jinoteganos están investigando las causas del siniestro.