El leones Teodoro Rugama Reina, de 53 años, se salvó de morir atragantado con un tasajo de carne que devoraba mientras desayunaba, en un comedor popular del barrio Sutiaba en la ciudad universitaria.
El afectado relató que se le antojo comer carne asada y era tanto el mareo que le pegó un buen mordisco al tasajo que le quedó atravesado en la garganta.
La propietaria del local al ver que Teodoro Rugama se le estaba poniendo morado como “caimito”, empezó a pedir auxilio a otros clientes quienes la ayudaron a trasladarlo al hospital Oscar Danilo Rosales para extraerle el trozo de carne.