El joven Pablo Javier Gutiérrez Flores, de 27 años, fue muerto de una puñalada en el pecho a manos de Giovanni Arístides Sánchez Ochoa, de 24 años, en la comunidad Arenales, en el municipio de Pantasma, en el departamento de Jinotega.
Cazadores de noticias informaron que el hecho sangriento sucedió frente a la propiedad de Francisco Herrera Olivas, en donde Pablo Javier había interceptado en estado de ebriedad a Giovanni Sánchez, lesionándolo con una piedra en la cabeza.
Tras recuperarse del golpe, Giovanni desenvainó un cuchillo y le metió la estocada a Pablo Javier, mandándolo directo al cementerio, y luego huyó con rumbo desconocido.