De un infarto fulminante murió Fraiser Ernesto Garay Solano, de 26 años, la mañana de este sábado, después de tomarse su último “pikinyuqui” en la acera de su casa ubicada al final de la calle Cuiscoma, en la ciudad de Granada.
Según doña Luz Solano, dijo que las últimas palabras de su hijo Fraiser Garay fueron “Mamá voy afuera a tomarme mi guarito”, pero poco después escuchó el grito de otra persona y cuando salió corriendo encontró a su hijo muerto.
Las autoridades policiales se presentaron al lugar junto a un médico forense y se determinó que el infortunado Fraiser pereció a causa de un potente infarto.